miércoles, 28 de marzo de 2012

DIOS CRUCIFICADO

Las poesías de este blog, a menos que exprese lo contrario, son de mi autoría: Laura Jordán

Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS 
por amor a Jesús, María y José.



CAMINO de la CRUZ , PRIMERA INSTANCIA:
Jesús, te juzgan con falsos testigos.
No te queda, cercano, un solo amigo.
Te condenan, por fin, con arrogancia.

SEGUNDA INSTANCIA: Cargas con la cruz,
es de madera y de nuestros pecados.
Está tu cuerpo por demás llagado.
¡A eso has venido, buen Jesús!

TERCERA INSTANCIA: Caes por vez primera.
Ríe la multitud por tu tropiezo.
¡Llevas sobre tus hombros tanto peso!
Y sabes bien lo que aún te espera.

CUARTA INSTANCIA: A tu madre encuentras
  y más sufres por Ella que por Tí.
Conoces su dolor al verte así.
Fuerte te empujan los soldados mientras.


QUINTA INSTANCIA: Imponen a un hombre
que vuelve del trabajo, ayudarte.
Quizás entonces empezó a amarte 
y a pronunciar en oración tu Nombre.

SEXTA INSTANCIA: Te limpia la cara,
tu rostro sucio sin aspecto humano, 
una mujer. El acto de sus manos
muestra su caridad en forma clara,

SÉPTIMA INSTANCIA: Caes otra vez,
estás debilitado y agobiado,
pareces, por tu Padre, abandonado
pero, vuelves a andar sobre tus pies.

OCTAVA INSTANCIA:
A algunas mujeres que por Tí lloran, les brindas consuelo.
Que lloren por los hijos de este suelo
que si al leño verde así lo hieren ...

NOVENA INSTANCIA: Otra vez más caes.
Vuelves a levantarte. Es preciso
que cumplas hasta el más pequeño inciso
de la Ley de Amor nueva que nos traes.

DÉCIMA INSTANCIA: Te quitan la ropa.
Se sortean tu túnica a los dados.
De tu presencia no tienen cuidado.
Ya falta poco de tu amarga copa.

ONCEAVA INSTANCIA: A la cruz te clavan.
Sin una queja aceptas la tortura.
Ves a quienes martillan, sin censura.
Dices "No saben lo que hacen, Abba".

DOCEAVA INSTANCIA:
Todo consumado, con un fuerte suspiro le entregas
tu Espíritu a tu Padre y nos legas
la cruz por la cual ya somos salvados.

TRECEAVA INSTANCIA: De la cruz te bajan.
Tu dolorida Madre te sostiene,
empapa con sus lagrimas tus sienes.
Llega un hombre justo y te amortaja.

CATORCEAVA ESTACIÓN: No estrenada
se halla la tumba en que te sepultan.
Una pesada piedra te oculta.
Parece el fin, la decepción, la nada.