Las poesías de este blog, a menos que exprese lo contrario, son de mi autoría: Laura Jordán
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS
por amor a Jesús, María y José.
LA
MUJER
La
mujer, de DIOS es hija, como la Virgen María.
De
allí todo lo demás. Toda gracia y toda vida.
Su
vocación es dejar pasar el amor del Padre
por
su propio corazón a los niños y a los grandes.
Con
firmeza y gran ternura, con elegancia y trabajo,
cumplir
con la plenitud del tiempo HOY en que estamos.
Poniendo
alegría y fiesta a lo caduco y terreno,
mostrando
que hay esperanza y brindando ya consuelo.
Como
esposa, como madre, como hija, como hermana
brindar
su ser femenino adonde esté y donde vaya.
Es
decir ese amor puro que DIOS derrama en su esencia
sin
competir con el hombre que completa su presencia.
NUEVA PERSPECTIVA
Vuelvo otra vez en nueva perspectiva
del corazón, del alma, de la vida
a leer la Exhortación de nuestro Papa
a evangelizar con alegría.
Uno siente que siempre necesita
que le evangelicen cada día,
que no tiene aquello que ha de dar,
que también uno mismo lo precisa.
El secreto, entonces, es confiar
sin tapar los agujeros y heridas,
y dejar que, como por pasacalles,
se escuche al Espíritu que silba.
Se oiga al Santo Espíritu en aciertos,
en fracasos, tristezas, alegrías.
De todo lo dejemos a ÉL valerse
para obrar su Voluntad Divina.
Vuelvo otra vez en nueva perspectiva
del corazón, del alma, de la vida
a leer la Exhortación de nuestro Papa
a evangelizar con alegría.
Uno siente que siempre necesita
que le evangelicen cada día,
que no tiene aquello que ha de dar,
que también uno mismo lo precisa.
El secreto, entonces, es confiar
sin tapar los agujeros y heridas,
y dejar que, como por pasacalles,
se escuche al Espíritu que silba.
Se oiga al Santo Espíritu en aciertos,
en fracasos, tristezas, alegrías.
De todo lo dejemos a ÉL valerse
para obrar su Voluntad Divina.
Cfr.
Isaias 12, 6
¡Qué
grande es el Señor en medio de nosotros!
Nos
invita a saciar, en su costado abierto
nuestra
hambre y nuestra sed, gratis y para siempre.
Nos
ofrece su carne, su sangre y su agua
para
que en ÉL bebamos su Vida, Amor y Gracia.
No
construyamos más aljibes agrietados.
Vayamos
a las fuentes, verdaderas y eternas.
llevemos nuestra sed a Quien puede saciarla. 